sábado, 28 de marzo de 2015

¿Hablando se entiende la gente?

Filología y política / Lengua / Lenguaje / Idioma / Etimología / Neologismo / Neolengua / Relato / Narrativa / Discurso / Mitin / Oratoria / Retórica / Diálogo / Palabra / Voz / Voz y voto / Verdad / Mentira / Sinceridad / Hipocresía / Juramento / Promesa / Testimonio / Testigo / Performatividad / Disonacia cognitiva

Verba volant scripta manent

En toda tribu no hay nada tan alarmante como las violaciones del código lingüístico (Manuel Vázquez Montalbán, Asesinato en el Comité Central)

Hablando ¿se entiende la gente?  El diálogo puede evitar el enfrentamiento físico, o contribuye a superarlo cuando se ha producido. Parlamentar y entablar conversaciones de paz están entre las actividades políticas más importantes. No obstante, la función del lenguaje no es "decir la verdad"; es más bien una herramienta de poder (de ejercicio del poder o de resistencia al poder), claramente ideológica (es decir, falseadora de la realidad). Cuando los lógicos matemáticos de comienzos del siglo XX pretendieron formalizar el lenguaje, fracasaron; o más bien, al establecer tal imposibilidad, permitieron éxitos trascendentales para la historia de la ciencia (entroncados con los simultáneos hallazgos de distintos límites del conocimiento y el mundo físico: la relatividad, la indecidibilidad, la incertidumbre, la indeterminación, la recursividad). En el mundo verbal, la expresión y la comunicación son las dos caras de la moneda del lenguaje; una moneda de uso en el mercado donde la verdad se compra y vende como una esclava vencida, esclava que ponemos a trabajar en la manufactura del consenso (manufacturing consent -Chomsky, Lippmann-). Lenguaje es manipulación ¿Esto es engañar? Sí, pero engañar no es siempre perjudicar: a menudo el engaño es beneficioso, al menos para una de las partes del proceso de comunicación, y frecuentemente para ambas (incluso para la única parte del proceso, cuando el discurso es pura expresión, el soliloquio del auto-engañado).

La "palabra dada" (promesa, juramento) compromete, obliga al cumplimiento, funda una sociedad entre aquellos a los que afecta, que puede ser la totalidad de la sociedad política cuando se efectúa un contrato que liga al gobernante y los gobernados (especialmente si el gobernante lo es en función de su condición de "mandatado" o "compromisario").
Jura de Santa Gadea, Marcos Hiráldez
La "palabra dada" es la base de todo contrato o pacto, y se rodea de fuertes sanciones para obligar a su cumplimento. El juramento es un vínculo sagrado, y la condición de quien lo realiza (un "hombre de honor") puede ser suficiente como para otorgarle presunción de decir verdad. En los procesos judiciales medievales, el testimonio oral (de un testigo o incluso del acusado) tenía prioridad sobre las pruebas materiales (en caso de contradicción, se resolvía por procedimientos como la ordalía o juicio de Dios). Tal cosa no es tan extraña si tenemos en cuenta que no existían las garantías procesales propias del derecho de la Edad Contemporánea, que incluyen el "derecho a mentir" de los acusados. El prestigio de la mentira no es nuevo: ya Platón justificaba la mentira "noble" o "piadosa", que pretendía el bien social (un consecuencialismo no muy distinto de Maquiavelo o de los utilitaristas), para escándalo de los partidarios de una política ética, categórica, kantiana.

Desde el punto de vista de la evolución, el lenguaje es una adaptación, que supone una clara ventaja evolutiva (supervivencia y reproducción). Nuestros antepasados fueron los más habilidosos para manipular a sus semejantes mediante el lenguaje (se coordinaban mejor con sus compañeros de horda y sus compañeros de cama: los "emisores" hacían trabajar más y mejor a los "receptores", y también conseguían que sucumbieran mejor ante sus encantos -les "comían la oreja"-, pero también era necesario que los receptores compartieran el código lingüístico con los emisores -si no, habrían predicado en el desierto-), y los que no fueran lo suficientemente habilidosos no son nuestros antepasados (no sobrevivieron ni se reprodujeron tanto).

Como es obvio, también otros animales tienen distintos tipos de adaptaciones evolutivas similares al lenguaje humano, y cumplen funciones hasta cierto punto similares.

La antigua estrella infantil Mili Cyrus utiliza su lengua
como herramienta de comunicación, aunque no verbal.
Medio siglo antes ya lo hizo Mick Jagger.

Siempre la lengua fue compañera del Imperio (Antonio de Nebrija)
Montesquieu mantuvo que las expresiones jurídicas tienen que ser especialmente concisas. Las Leyes de las XII Tablas son un ejemplo de precisión. Los niños las aprendían de memoria con facilidad. Además el estilo tiene que ser simple. Cuando es pomposo se considera una obra de ostentación (Guadalupe Muñoz, La modernización del lenguaje jurídico).

A pesar de ello, el lenguaje en política es todo menos claro. Las equivocidades, las analogías, las comparaciones, las metáforas y los desplazamientos semánticos son constantes. No hay que olvidar que la lengua es el mecanismo de expresión y comunicación que caracteriza al hombre, y que es inseparable de la condición simbólica de su pensamiento de su sociabilidad. La lengua no nació para decir la verdad (para establecer conexiones biunívocas entre símbolo y realidad), sino para mentir y manipular. Por eso el lenguaje humano no es un lenguaje formal, y mucho menos el lenguaje político. Cuando escuchamos o leemos "algo", lo interpretamos inmediatamente como un "mensaje": sabemos que estamos escuchando o leyendo a alguien (a su autor) al que suponemos la voluntad de transmitirlo (o bien, si hemos interceptado un mensaje secreto, la voluntad de ocultarlo); por tanto, para descifrar (decodificar) qué nos dice (o qué quiere que le entendamos) necesitamos averiguar por qué nos lo dice (por qué quiere decírnoslo, qué interés tiene en ello -igual que cuando queremos encontrar al asesino preguntamos por el móvil, quid prodest-). A la hora de dar información, si somos prudentes la consideraremos como algo precioso que si conservamos y no compartimos se convierte en poder (information is power o scientia potentia est). El tópico atribuye tal desconfianza al gallego, que a cualquier pregunta responderá con otra (¿y usted por qué quiere saberlo?), salvo si se encuentra en medio de una escalera y se le pregunta ¿subes o bajas?, circunstancia en que, lógicamente, responderá .

Now, we are talking.

Speaker's corner

Existen en el lenguaje político términos claramente desgastados. Quizá antaño se correspondían con conceptos precisos que pretendían atrapar la realidad. Pero hoy no pasan de ser expresiones rítmicas, cantinelas más o menos pegadizas capaces, a lo sumo, de hacernos mover los pies o chasquear los dedos, pero que poco o nada dicen ya a la inteligencia. Como si el significante invocado, especie de Cronos hambriento, hubiese al fin devorado el significado. Tales términos no son ya monedas fiables. Tanto uso y manoseo han acabado por borrar el relieve de sus superficies, que era lo único que les daba valor (Jesús Palomar, La ambigüedad del lenguaje político o el arte de no decir).

La invención de palabras (neologismos), con ayuda de la etimología (la mayor parte de los términos de uso político son construidos a partir del latín y el griego, aunque no se correspondan con el sentido que tuvieran las palabras originales usadas en Grecia o Roma antiguas). En 1984 Orwell reflexiona sobre el poder del lenguaje en política (la "neolengua"). Las palabras significan lo que el poder impone que signifiquen. La utilización del lenguaje como un arma política es propia de los nacionalismos. Sabino Arana llegó a decir que era una gran bendición que los vascos tuvieran un idioma tan distinto del de los maquetos, porque si así no fuera, habrían de adoptar el sueco. La filología sabiniana inventó su propia nación, pueblo, territorio e idioma, a los que bautizaron como "Euskadi" y "euskera", revisando profundamente su toponimia y antroponimia, todo ello con criterios identitarios y diferenciadores, de los que los más visibles, y fáciles de seguir por los adeptos, fueron la proscripción de las letras "extranjeras" (las "c", las "ch", las "v" o las "ñ") en beneficio de las rotundas "k", "tx", "b" o "ni".

No es casualidad que Locke, uno de los pensadores políticos más importantes y padre del liberalismo moderno, acompañara su extensa obra política de una rica obra filosófica sobre el lenguaje y sus límites. Como un eco insistente, la política y el lenguaje forman parte de un todo a veces indivisible, como bien supieron los sofistas, pues es a través del lenguaje como se definen, y se articulan, las relaciones de poder. Será a partir del giro lingüístico de Wittgenstein y su propuesta de que lo que es primario en el lenguaje no es la significacion sino su uso, cuando los teóricos de la política asuman la competición linguística como un campo de batalla más del mundo de lo político. ... En política, a la lucha por la conquista de un poder material le precede siempre una lucha por conquistar el terreno semántico, o lo que es lo mismo, se ha de conquistar la semántica para conquistar el poder. Y ello se convierte en un juego del lenguaje donde la asociación y disociación de ideas son el engranaje motor de la política. Es entonces cuando asistimos a ese ritual de confrontación dialéctica a los que nos tienen acostumbrados nuestros dirigentes en las campañas electorales, donde las palabras consiguen un significado diferente, una significación autónoma que, al igual que las nuevas ciudades, ofrece nuevos espacios pero también nuevos muros. Es en este juego donde el más rápido de los competidores atrapa antes el terreno semántico alrededor del cual gira la competición lingüística. ... En ocasiones son los propios emisores los utilizados por las palabras, y su mala elección pueden volverse contra ellos. Porque las palabras legitiman, pero también, como reconoció Voltaire, las conversaciones raras veces nos dan ideas precisas, siendo lo común leer mucho sin demasiados resultados y conversar inútilmente. Es en esa delgada línea entre el vacío de palabras que solo cobran sentido utilizadas a través del recurso de la emotividad o la lágrima fácil, y la legitimidad de aquellas otras palabras capaces de asociar ideas entre el territorio de la realidad y el inagotable terreno de la linguística, donde se sitúa la batalla semántica de la comunicación política. (Enrique García, ¡Es el lenguaje, estúpido!)


"Narrativa" y "relato" son términos, procedentes de la preceptiva o de la crítica literaria, que se vienen usando (desde hace años) en el sentido de "discurso ideológico" (en términos marxistas, "conciencia de la realidad" inevitablemente manipulada en beneficio de los intereses de un grupo social -la función correspondiente es la del intelectual-) que se impone como interpretación de la realidad (en términos epistemológicos, "paradigma") frente a los "relatos" rivales o alternativos (de otros grupos de identificación -"clase", "nación", "raza", "género", "fe"-); pudiendo identificarse o relacionarse con otros conceptos: "mito", "hegemonía cultural", "visión" (''Visión de los vencidos'' -Miguel León Portilla- frente a "la historia la escriben los que vencen"), "pensamiento único", "corrección política", "meme", etc. (supongo que también se utilizará alguna terminología para referirse a la verbalización -interpretada o no como racionalización- en psicoanálisis y en psicolingüística, en Chomsky o en Vigotski).

Un relato no solo sirve para dar explicaciones. O para hacer pedagogía, como se suele decir con solemnidad. Un relato sirve para cambiar los términos de la discusión. El pensador William Riker lo llamó “herestética” o habilidad de presentar un dilema político desde un prisma nuevo. (Víctor Lapuente)

La pluma es más poderosa que la espada.
Nada es más poderoso que una idea cuyo momento ha llegado (''rien n'est plus puissant qu'une idée dont le temps est venu'' ... ''rien au monde n'était plus puissant qu'une idée dont l'heure était venue'' ... ''rien, pas même la meilleure armée du monde, ne peut arrêter une idée dont le temps est venu'' ¿Victor Hugo? ¿Napoleón? ¿Marx?).
Repite mil veces una mentira y se convertirá en verdad (Goebbels).
... si todos aceptaban la mentira impuesta por el Partido -si todos los archivos contaban la misma mentira-, la mentira pasaba a la historia y se convertía en verdad. "Quien controla el pasado -decía la consigna del Partido- controla el futuro. Quien controla el presente controla el pasado." Y aun así el pasado, a pesar de ser alterable por naturaleza, nunca había sido alterado. Lo que era cierto hoy lo había sido siempre y lo sería hasta el fin de la eternidad. Era muy sencillo. Lo único que se necesitaba era una interminable serie de victorias sobre tu propia memoria. Lo llamaban "control de la realidad" y, en neolengua, "doblepensar" (doublethink -George Orwell, 1984-).

La escolástica medieval acabó por ceder ante el empirismo de Francis Bacon y el racionalismo cartesiano. Bacon y Descartes advertían que el razonamiento silogístico servía para exponer con claridad algo previamente asumido como verdad, pero resultaba inútil para deducir una nueva verdad. O sea, que se trataba de un engañabobos. Pero, ¿podrían también desmontar la afirmación de Garzón?  [que los políticos de izquierdas no roban, y que si que roban, es que no son de izquierdas] Bacon recomienda la inducción empírica. Tras constatar por experiencia que Juan, Pedro y Javier son de izquierdas y no roban, podríamos enunciar una ley, siempre provisional, que afirmase que los políticos de izquierdas no roban. No obstante, bastaría un caso particular que contradijese esa ley para echar abajo la verdad general del enunciado. El puntilloso Descartes, algo más parco, subrayaría que el enunciado en cuestión no es claro ni distinto. Y aun siendo considerado verdadero por fe, revelación o autoridad no es desde luego cierto. Es decir, es dudable, pues no es evidente per se ni se concluye tras sólido razonamiento. Motivos suficientes para rechazarlo. ... el tema que se dirime aquí no es si es mejor ser de izquierdas o de derechas. ... Tampoco ... si efectivamente los políticos de izquierdas no roban, bizantino problema que escapa a mi modesta capacidad. El asunto más urgente, por básico y elemental, es de orden epistemológico: ¿es mejor ser escolástico, empirista o racionalista? (Jesús Palomar Silogismos políticos, Información de Alicante, 20 de marzo de 2015).

Ya Jorge Semprún (cuando todavía era Federico Sánchez) cayó en la cuenta de lo que se esperaba de un comunista (o de un jesuita, que viene a ser lo mismo): preferir la mentira dentro del Partido a la verdad fuera del Partido. Fuera de la Iglesia no hay salvación. Por eso se salió. También se apercibió de la consecuencia estética: ¿qué diferencia hay entre un pintor impresionista, un pintor expresionista y un pintor del realismo socialista? -Que el primero pinta lo que ve, el segundo pinta lo que siente y el tercero pinta lo que oye. (Semprún sin Semprún, en Los imprescindibles, TVE, 27 de marzo de 2015).

Para Durandin la mentira es una manipulación de signos y no de fuerzas que pretende siempre situar al destinatario en inferioridad con respecto a quien miente. La ventaja de la mentira en relación con el ataque directo está en que, por hipótesis, el interlocutor no sabe que se le está atacando. ... A lo largo de la historia la confrontación ideológica y la guerra se han decidido a través del uso de la mentira y la manipulación de la información, de la creación en la opinión publica, en la conciencia del electorado y en las masas, de una imagen falsa de la realidad. ... La realidad política que conoce el ser humano promedio es una realidad mediatizada, construida, fabricada mayormente por los que controlan los medios de comunicación... Desde el punto de vista de la comunicación, la política es también un debate sobre la definición de la realidad ya que el apoyo o la oposición que se genere depende de la definición o construcción de la realidad que se torne hegemónica o dominante en una sociedad. ... [Los] Motivos de la mentira... son principalmente cuatro: disimular un plan, deslucir al enemigo burlándose de su debilidad, embellecer el propio campo y por último, llamar la atención. (Recensión de La mentira en la propaganda política y en la publicidad -Guy Durandin-, Glauka, en Rincón del vago).

IDEOLOGÍA Y NARRATIVIDAD. COMENTARIO CRÍTICO SOBRE EL LIBRO DE T. VAN DIJK (1998): “IDEOLOGY. A MULTIDISCIPLINARY APPROACH” Baltasar Fernández-Ramírez
Naomi Klein: "El cambio climático es la narrativa más poderosa contra el capitalismo"
Euskadi busca su relato sobre ETA - Historiadores preparan, por encargo del Gobierno vasco, un dictamen sobre el pasado terrorista
''No hubo conflicto vasco, sino totalitarismo de ETA - El Gobierno de Euskadi recibe el informe que encargó a un grupo de historiadores''
La Verbalización como registro para análisis en la investigación sobre lectura
Dulce Amélia de Brito Neves].
https://www.elmundo.es/opinion/2019/07/10/5d24c860fdddffc7808b464b.html Félix Ovejero, Palabras hinchadas y pensamientos confusos, El Mundo, 10 de Julio de 2019.

http://es.wikipedia.org/wiki/G%C3%A9nero_pol%C3%ADtico
https://es.wikipedia.org/wiki/Lenguaje_pol%C3%ADtico
https://es.wikipedia.org/wiki/Usuario:%C3%81ngel_Luis_Alfaro/art%C3%ADculos#.22Narrativa.22_y_.22relato.22
Francisco Rico, “Artur Mas”, “Durán” y Lleida” - El Estado no ha sabido asumir y favorecer el conocimiento de la pluralidad de lenguas que se hablan en España, y con frecuencia se mete la pata. Y, por ejemplo, se pronuncian como llanas palabras que son agudas

https://es.wikipedia.org/wiki/Disonancia_cognitiva


Asamblea / Thing / Althing /  Witenagemot / Comitia / Concejo / Debate / Ekklesia / Hall / Jirga / Soviet 

Casa de la palabra en Barani
Son las instituciones, existentes la mayor parte de los pueblos (al menos en las fases iniciales de su desarrollo histórico), que reúnen a los que tienen "voz y voto" (por ejemplo, los varones mayores de edad, o "guerreros libres"). Habitualmente en ellas se toman las decisiones que, por afectar a todos, es conveniente que todos deliberen; pero también puede ser sólo un órgano consultivo, quedando la decisión para un líder personal o un "consejo" más restringido.
La capacidad humana de hablar es una adaptación biológica que se relaciona con su condición de "animal social" (zoon politikon), tan definitoria del ser humano como la de "animal que cuece pan para comer"  o "bípedo implume". La palabra, como la mano, es un órgano versátil: sirve tanto para el amor como para la guerra. Algunas comunidades africanas tienen una "casa de la palabra" con el techo tan bajo que no se puede estar de pie (la toguna entre los dogon); eso obliga a los asistentes a permanecer sentados, lo que les iguala a todos y evita conflictos (cuando uno habla de pie, tiende a enardecerse, y surgen más fácilmente conflictos violentos).
Goya, Riña a garrotazos

Erlich, 23/02/2014

El concepto “performatividad”  hace referencia a la capacidad de algunas expresiones de convertirse en acciones y transformar la realidad o el entorno. (Austin, Barthes, Derrida, Butler y otros, citados en [http://www.gramscimania.info.ve/2012/07/que-es-la-performatividad.html este blog (Gramsciana)], que a su vez lo reproduce de [http://granerbcn.cat/performatividad-1-segun-john-l-austin-y-roland-barthes/ este otro]). [http://www.aesthethika.org/La-performatividad-en-disputa Aquí un artículo -''La performatividad en disputa: acerca de detractores y precursores del performativo butleriano''-].

https://es.wikipedia.org/wiki/Hall

Álvaro Corazón Rural, Una lengua de lenguas para España (Jot Down, 23 de septiembre de 2017)

Stephen Jenkins, Cinco pasos fundamentales para que se nos entienda en inglés (y no es gramática) (Público, 01/06/2020)
Cada idioma tiene su propia dimensión cultural. Si traducimos literalmente del español al inglés pareceremos muy directos e incluso a veces agresivos. Por ejemplo, en general el imperativo en inglés solo se usa para dirigirnos a niños pequeños, perros, y rangos inferiores en el ejército, aunque es cierto que el inglés americano es más directo que el británico. Así que "Can you please be quiet?" se emplearía mucho más que "Shut up!", a no ser que nuestro propósito sea precisamente ser agresivos.
A la hora de expresar opiniones, el inglés tiende a usar lenguaje mucho más tentativo que el español y con más ambigüedad. Si vamos a emplear el inglés en reuniones, negociaciones, o incluso en situaciones sociales tenemos que dominar las frases apropiadas para distintas situaciones, que casi nunca son traducciones literales del español. Si queremos expresar desacuerdo, un simple "no" nos puede retratar como personas bordes y maleducadas. Un desacuerdo fuerte podría ser "I disagree" casi siempre empleado con la frase "I’m afraid." También es común "I see your point of view but…". El descuerdo vendrá después de la palabra "but".


https://www.bbc.com/mundo/noticias-62505825
El kusunda, un idioma de Nepal, no tiene un origen conocido, presenta una serie de peculiaridades, como que no hay palabras para "sí" o "no" y solo le queda un hablante fluido, algo que los lingüistas quieren cambiar.

https://www.eldiario.es/cultura/espanol-latino-no-existe-disney-cargo-identidad-cultural-lenguaje_1_10162452.amp.html

En casa hablábamos fang. Pero fuera era obligatorio hablar español o por lo menos chapurrearlo. No he conocido a un solo español que hablara fang. Bueno sí, conocí a uno: un misionero claretiano blanco lo intentó. Pero lo hacía fatal. El fang es una lengua tonal. En función de dónde pongas el tono o el acento, te puede salir una alabanza o un insulto. El misionero decía barbaridades sin querer y la gente se reía [risas]. En la década de 1950 todavía no había curas negros, o muy pocos, uno o dos en toda Guinea, y no estaban en mi zona. ... Descubrir que un negro (y además nigeriano, y encima igbo) había escrito un libro para mí fue impactante. Eso yo no lo sabía. Nadie lo sabía en Guinea. El concepto que teníamos de nosotros mismos era el que nos había imbuido el colonialismo: éramos salvajes e ignorantes, y los españoles habían ido a cristianizarnos y civilizarnos. Ese discurso lo teníamos interiorizado. ... Si todo el sistema colonial (la iglesia, la escuela, los libros) te impone la ideología que acabo de explicar, al final la interiorizas. Pero luego creces y te das cuenta de que algunas cosas no encajan. Eso crea una especie de distorsión interna. ... Sí [he sido crítico con el discurso de la Hispanidad], y lo sigo siendo. Pero también he defendido la lengua española en Guinea. No por España, sino por una razón objetiva. Yo soy fang. Tengo familiares en Camerún y en Gabón porque es la misma zona fang. Y hablo con ellos en fang. Pero ellos tienen como referente a Molière, y yo a Lope de Vega. Ese tipo de referencias son las que nos hacen diferentes. Yo defiendo la existencia de un Estado de Guinea Ecuatorial independiente. Lo que nos distingue de un gabonés o de un camerunés es la lengua y la cultura hispánicas. Formamos parte de una comunidad que tiene una misma historia, lengua y cultura. Lope de Vega, García Márquez, Bryce Echenique, Jorge Edwards… forman parte de mi cultura, igual que de la tuya. Eso es algo que tenemos en común. Y no puedo rechazarlo porque sea de blancos. Yo no soy racista. Una persona culta no puede tener enemigos culturales. ... mi modelo fueron las formas tradicionales fang. Y quiero añadir algo. El realismo mágico es africano. Lo reconoce el propio García Márquez en Vivir para contarla. Manuel Zapata Oliveira, a quien yo conocí, le introdujo en el realismo mágico, que surge de las formas narrativas africanas de los negros de Colombia. Es como si me dijeran que Leandro Mbomío (por hablar de un escultor africano importante) es el Picasso negro. No, no. Picasso debería ser el Leandro Mbomío europeo porque Picasso recreó el arte africano en su obra. Y todo el surrealismo viene de las formas africanas. André Breton lo reconoce, García Márquez lo reconoce, pero nadie lo sabe. ... Josep Borrell dijo una vez que Europa es un jardín, y el resto del mundo una jungla. No es verdad. Ese discurso es falaz. Yo llevo 58 años viviendo en España. Si de mí hubiera dependido, habría estado siete (el bachillerato y la carrera) y habría regresado a Guinea. No estoy en España por gusto. Estoy aquí por obligación. No conozco a un solo africano que prefiera quedarse en Europa pudiendo volver a su país de origen. ¿Por qué estamos aquí? Porque Europa ha creado y mantiene las estructuras tiránicas que nos obligan a salir de nuestros países. Los occidentales siempre hablan de estabilidad en África. ¿Estabilidad para quién? ¿Y la libertad, qué? ¿Y por qué se prima la estabilidad sobre la libertad? Todo eso influye en los personajes, y no solo en mis novelas: la literatura africana está llena de personajes que viven en Europa, pero preferirían volver a África. ...  En la década de 1970 casi no había negras en España. Si un guineano termina aquí sus estudios y no puede volver a su país, y quiere encontrar pareja, ¿qué hace? Pues casarse con una española. Y llega un momento en el que quiere volver a su país con su mujer. Pero por las circunstancias del país, la mujer no quiere estar allí. Muchos africanos se casan en Europa con blancas y luego las blancas no quieren vivir en África y se vuelven. Son casos habituales. ... ¿Por qué los africanos venimos a Europa? Lo dije antes: estamos aquí porque Europa impuso y mantiene las tiranías en África. Hay que leer a Jacques Foccart, el consejero de asuntos africanos de todos los presidentes de Francia desde De Gaulle hasta Mitterrand. Dejó escrito un libro en dos volúmenes: Foccart parle [1995-1997]. Ahí él mismo cuenta cómo montaban los golpes de estado en África. Lean el libro de Ludo de Witte [L’assassinat de Lumumba, 2000] sobre el asesinato de Patrice Lumumba. Esas cosas siguen ocurriendo. ... Siempre he creído que la literatura tiene que ser útil. Es un instrumento para mejorar la sociedad. No el más importante, pero tampoco se puede desperdiciar. Émile Zola liberó a los franceses de un problema importante con el caso Dreyfus. John Steinbeck cambió las condiciones de trabajo de los obreros de California con Las uvas de la ira. Sin la literatura africana de posguerra, las independencias hubieran tardado mucho más. Sin el Premio Nobel de Nadine Gordimer [1991], aún seguirían los racistas en Pretoria [Sudáfrica]. Sin James Baldwin ni Ralph Ellison, Barack Obama no hubiera sido presidente de Estados Unidos. Hay cosas que consigue la literatura, pero luego los políticos se llevan el mérito. (Entrevista a Donato Ndongo... La obra del escritor guineano, que acaba de publicar '¿Qué mató al joven Abdoulayé Cissé?', es fundamental para conocer la historia y la cultura de Guinea y su relación con España, Letras Libres, 12 mayo 2023)

Me gusta bajar a comer el menú del día de Los Pinchos porque me siento parte de una potente metáfora social. A un lado, los paletas, los matrimonios recién jubilados, los ancianos solos que no quieren o no saben cocinarse, los parados al sol y los asalariados aprovechando su día libre. Al otro, los universitarios con pendiente y uñas pintadas o los artistas que salen de los talleres de arte del polígono industrial ISO. Yo, claro, soy del último grupo. El periodista que llegó a Carabanchel desde el otro lado del Puente de Toledo. El invasor.  La diferencia entre unos y otros es que los primeros son el barrio y los segundos performan su idea de lo que es el barrio, que incluye hitos culturales como bajarse a comer un menú del día... (Esos modernos que no han pisado un barrio en su vida ahora son más de barrio que tú - Los invasores estamos generando un relato romantizador que haga más tolerable haber tenido que mudarnos a los barrios, esos lugares que antes se despreciaban y ahora son cuquis, El Confidencial, )



El 'Don de lenguas' del Nobel J. M. Coetzee (El Mundo, 17 de julio de 2025).



Véase también Información-Manipulación, Territorio, Nación, Nacionalismo, Cultura, Identidad, Parlamentarismo, Ideología-Convicción-Creencia, Voluntad, Libertad de reunión y manifestación, Libertad de expresión, Historia y política, Institución, Pueblo, Consejo, Decisión, Grecia, Roma, Ágora, Justicia-Ley-Poder legislativo-Parlamento, Igualdad-Isonomía-Isegoría, Ciudadano-Participación, Elecciones, Intelectual, Negociación, Mercado, Contrato, Pacto, Religión y política, Compromiso, Feudalismo, Cliente-Hospitalidad, Honor. Voluntad, Educación y política, Ética y política, Valores, Tolerancia-Fidelidad

lunes, 19 de enero de 2015

Red

Red

Palabra mágica de las ciencias sociales de comienzos del siglo XXI, como "sistema" y "estructura" lo fueron en las de mediados del siglo XX.


Visualización de más de mil millones de cuentas de Facebook conectadas en red.
Zuckerberg, fuente citada en  Análisis de redes sociales, 27 de septiembre de 2013.

Instituciones, hechos y procesos sociopolíticos tan distintos como el clientelismo, los movimientos sociales, la comunicación, la economía y la producción científica se explican a través de una metáfora espacial, la red, que posiblemente tuvo su estreno predictivo en el campo de la ecología. En las ciencias sociales, uno de los primeros que la usaron fue el trabajo de un geógrafo cuantitativo alemán: Christaller (Los lugares centrales en Alemania meridional, 1933). La determinación de dónde se encuentra cada elemento fija un punto, las relaciones entre cada uno fija una línea. Los puntos donde esas líneas aparecen cruzándose se configuran como nodos, alguno de ellos de privilegiada conectividad: los cluster. Se ha señalado la similitud entre la red neuronal y la red de internet (WWW -telaraña de amplitud mundial-), por cuanto ambas comparten una cualidad notable: la de los procesos emergentes, que también tiene la propia polis (Jane Jacobs, The Death and Life of Great American Cities, 1961).

Un método científico permite saber qué películas pasarán a la historia - La red de conexiones entre filmes predice los títulos más relevantes mejor que los críticos, las encuestas a los aficionados, los Oscar o los ingresos en taquilla

El "pasalo" del 13 de marzo de 2004 (análisis y efecto posterior -15-M-, reivindicación para la Facultad de Políticas de la Complutense -Pablo Iglesias-)

Allegory of the Cave - Legion (vídeo de 4' en youtube, extraido de una serie de ficción de Marvel. aplica el mito de la caverna a las redes sociales)

Véase también Sistema, Estructura, Matemáticas y política

sábado, 29 de noviembre de 2014

Mantenella o enmendalla

Tolerancia / Tolerar / Tolerante / Transigencia / Transigir / Transigente / Intolerancia / Intransigencia / Intransigente / Integrismo / Integrista / Fundamentalismo / Fundamentalista / Fidelidad / Fiel / Infiel / Kafir / Lealtad / Deslealtad / Traición / Traidor / Coherencia / Incoherencia / Congruencia
La expulsión de los judíos, de Emilio Sala
(Fuente: Commons)

El conflicto entre lo perfecto pero irrealizable y lo imperfecto pero posible, entre mantener la palabra dada o hacer lo que ahora parece mejor, entre mantener las convicciones o servir a los intereses; es consustancial a la toma de decisiones políticas en un mundo cambiante, al que hay que adaptarse, transigiendo, o bien resistir con la esperanza de imponerse.

El político que interpreta correctamente el momento de la transición se convierte en un villano para el antiguo régimen que traiciona y nunca dejará de ser un chaquetero arribista para el nuevo régimen que ayuda a alumbrar, pero es posiblemente un verdadero héroe (Javier Cercas presenta así a Adolfo Suárez -y lo compara con Gorbachov- en Anatomía de un instante). La postura rígida de un héroe numantino (que prefiere la muerte al deshonor) puede ser en la práctica la mayor traición.

Es irresoluble el debate ético entre la postura consecuencialista y la postura categórica (hacer lo más conveniente o lo que es debido). Al gobernante hay que juzgarle tanto por la rectitud de sus intenciones como por la eficacia de sus resultados, pero que el enjuiciamiento de ambas cosas consiga universal consenso es bien raro. La limpieza y la suciedad son imágenes metafóricas muy extendidas para calificar la buena y la mala política, la incorruptibilidad y la corrupción. Todos coincidirían en que lo ideal es ser limpio, pero para llevar ese ideal a la práctica algunos pretenderían desinfectarnos a todos con ácido y otros se conformarían con lavarse cuando no haya otro remedio (alguno ha llegado a una solución radical: "me baño todos los meses, me haga o no me haga falta"). En todo caso hay que lavar al niño, pero también hay que impedir que al vaciar la bañera se nos vaya el niño con el agua sucia.

Fuente: http://www.picturesofbabies.net/wp-content/uploads/2013/07/83.jpg

Los integrismos y fundamentalismos, que identifican la política con la aplicación de reglas sagradas, inmutables, para obtener una sociedad perfecta, sólo pueden considerar "pecador" al que, creyendo en ellas, sea negligente en su cumplimiento, e "infiel" (kafir) al que las niegue porque no cree en ellas (si participa de lo básico de la creencia pero discrepa de la correcta interpretación -"ortodoxia"-, entonces es un "hereje", y también debe ser castigado). Tolerar al pecador o al infiel es aceptar parcialmente el mal, y a un tolerante se le acusará siempre de ser un indiferente (peor que un pecador o que un infiel: un ateo).

La virtud política de la prudencia no exige mantener siempre la coherencia, sino más bien la congruencia; aplicar la tolerancia y transigir con ciertas imperfecciones para conseguir no la perfección, sino el bien común. Véanse las definiciones del DRAE:

Tolerar. (Del lat. tolerāre).
1. tr. Sufrir, llevar con paciencia.
2. tr. Permitir algo que no se tiene por lícito, sin aprobarlo expresamente.
3. tr. Resistir, soportar, especialmente un alimento, o una medicina.
4. tr. Respetar las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias.

Transigir. (Del lat. transigĕre).
1. intr. Consentir en parte con lo que no se cree justo, razonable o verdadero, a fin de acabar con una diferencia. U. t. c. tr.
2. tr. Ajustar algún punto dudoso o litigioso, conviniendo las partes voluntariamente en algún medio que componga y parta la diferencia de la disputa.

Congruencia. (Del lat. congruentĭa).
1. f. Conveniencia, coherencia, relación lógica.
2. f. Der. Conformidad entre los pronunciamientos del fallo y las pretensiones de las partes formuladas en el juicio.
3. f. Mat. Expresión algébrica que manifiesta la igualdad de los restos de las divisiones de dos números congruentes por su módulo y que suele representarse con tres rayas horizontales (≡) puestas entre dichos números.
4. f. Rel. Eficacia de la gracia de Dios, que obra sin destruir la libertad del hombre.

Coherencia. (Del lat. cohaerentĭa).
1. f. Conexión, relación o unión de unas cosas con otras.
2. f. Actitud lógica y consecuente con una posición anterior. "Lo hago por coherencia con mis principios"
3. f. Fís. cohesión (‖ unión entre moléculas).
4. f. Ling. Estado de un sistema lingüístico o de un texto cuando sus componentes aparecen en conjuntos solidarios.

Traición. (Del lat. traditĭo, -ōnis).
1. f. Falta que se comete quebrantando la fidelidad o lealtad que se debe guardar o tener.
2. f. Der. Delito cometido por civil o militar que atenta contra la seguridad de la patria.
Alta traición: traición cometida contra la soberanía o contra el honor, la seguridad y la independencia del Estado. A traición: alevosamente, faltando a la lealtad o confianza.

A nivel individual y grupal suele hablarse de coherencia cuando el pensamiento, las palabras y las obras guardan un apreciable grado de congruencia, cuando son las esperables en cada caso. A nivel del sistema político global el asunto es mucho más complejo, porque no existe en él un centro de conciencia total de toda la problemática afrontada, interna y externa; la conciencia de muchos problemas es escasa e intermitente en la cima del sistema, y son muchas las personas y grupos que intervienen e interactúan. No es extraño que sea bajo, en general, el nivel de coherencia política, salvo quizás en las grandes orientaciones globales. (Coherencia política - Eumed)


Cuando Felipe González llegó a la Moncloa tiró a la basura ese programa [de izquierdas] y aplicó otra política económica. Lo mismo que muchos años más tarde hizo Mariano Rajoy. La diferencia es que hoy ha cambiado la sensibilidad de los ciudadanos ante los programas electorales (como ante la corrupción): ahora los escrutan para que se cumplan y castigan a los incumplidores. (Joaquín Estefanía)

Una de las características de los políticos españoles, al menos de los que soportan graves responsabilidades de gobierno, es la perserverancia en el error. Lo que puede ser virtud en otras circunstancias deviene a veces en una terquedad cuyo único motivo es evitar dar la razón al adversario. Han heredado uno de los rasgos de los viejos caballeros castellanos, que tantos disgustos les ha costado —y nos ha costado—, reflejado estupendamente en este parlamento del conde Lozano en Las mocedades del Cid: «Esta opinión es honrada. / Procure siempre acertalla / el honrado y principal; / pero si la acierta mal, / defendella y no enmendalla». ... El episodio lo cuenta Guillén de Castro en la obra citada, escrita a principios del siglo XVII, donde viene el defendella y no enmendalla, muchas veces convertido en sostenella y no enmendalla o mantenella y no enmendalla. (La mirada de la lengua)

En tiempo de desolación nunca hacer mudanza, mas estar firme y constante en los propósitos y determinación en que estaba el día antecedente a la tal desolación, o en la determinación en que estaba en la antecedente consolación. Porque así como en la consolación nos guía y aconseja más el buen spíritu, así en la desolación el malo, con cuyos consexos no podemos tomar camino para acertar. (Quinta de las Reglas para en alguna manera sentir y cognoscer las varias mociones que en la anima se causan: las buenas para rescibir y las malas para lanzar. Y son más propias de la primera semana - Ejercicios espirituales, Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, santo)

París bien vale una misa (Enrique de Borbón, rey de Francia y de Navarra -Enrique IV-)

Le mieux est l'ennemi du bien -"lo mejor es enemigo de lo bueno"- (Voltaire, filósofo, principal partidario de la tolerancia como principio; significativamente, consideraba como modelo político a Enrique IV "el Grande" -"La Henriade"-, y criticó el fundamentalismo religioso en "Mohamet"; una cita apócrifa que se le atribuye es "estoy en desacuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo", que en realidad es una recreación literaria de uno de sus biógrafos).
La famosa escena del camarote,  en la película
de los hermanos Marx Una noche en la ópera,
representa perfectamente la necesidad de tolerancia
para convivir en un mundo plural, pero también
lo incómodo que es para todos.

Estos son mis principios si no le gustan tengo otros (Groucho Marx, cómico)

Mi lealtad a su persona [la de Franco] y a su obra es totalmente clara y limpia, sin sombra de ningún íntimo condicionamiento ni mácula de reserva mental alguna ("adhesión inquebrantable" de Carrero Blanco, almirante y presidente del gobierno al final del franquismo)

Es fácil, pero inútil, navegar poniendo la vela donde sopla el viento. Lo verdaderamente transformador, aunque difícil, es hacer que sople el viento donde tienes la vela puesta (Julio Anguita, político comunista -es una cita reconstruida por mí a partir de lo que yo recuerdo haberle oído, pero que no encuentro reflejada en ningún medio, al menos en una búsqueda por internet, parece una paráfrasis de Séneca: No hay viento favorable para el barco que no sabe adónde va, sentencia que también tiene su contraria: Cualquier puerto es bueno en una tormenta. También tiene algo que ver con el pasaje evangélico en el que Cristo habla de la búsqueda y de la luz).

Antes partía que doblá (Magdalena Álvarez, ministro del PSOE)


Véase también Colaboracionismo, Ética y política, Verdad, Ideología-Convicción, Interés, Negociación, Fin y medios-Mal menor, Bodin-Politiques, Ilustración-Voltaire, Accidentalismo, Religión y política (cristianismo), Religión y política (islam), Espectro político-Centrismo, Moderantismo, Extremismo, Totalitarismo, Religión y política (cristianismo)-Integrismo cristiano

miércoles, 29 de octubre de 2014

¿Está usted seguro?

Seguridad
Traducción: Eh... ¿esto es un atraco o un
stress test -"prueba de tensión"- corriente?

Si la capacidad de elegir es la base de la libertad, la duda ante la elección (que no deja de ser un duelo anticipado por la pérdida segura de la opción que se descarte en beneficio de otra) se vive como una incertidumbre que puede llegar a ser angustiosa e insoportable. La certeza (es decir, la ausencia de elección y de libertad) proporciona seguridad. Todo ello, antes de considerar siquiera que las elecciones suelen ser entre soportar la injusticia o cometerla (Sócrates, Gorgias). En ambos casos nos sentimos mal (en vez de regodearnos por ser fuertes o listos, tenemos remordimientos por ser malvados; en vez de regocijarnos por ser santos, nos despreciamos por ser tontos o débiles). En muy pocas ocasiones la inseguridad es vivida como una certeza (la certeza de un mal que se nos impone sin posibilidad de opción), porque siempre tenemos opción (por ejemplo, la resistencia aun sabiendo que conduce a la muerte -los atracadores dicen "la bolsa o la vida"-), y de no tenerla, siempre nos autoengañamos (la esperanza -el último mal que quedó en la caja de Pandora-).

La sociedad política se entiende (desde Hobbes, Locke y Rousseau) como un compromiso entre seguridad y libertad. Ambos valores son contradictorios: en un estado de seguridad absoluta no habría margen alguno para permitir a los individuos tomar decisiones; en un estado de libertad absoluta no habría ninguna posibilidad de prevenir las acciones negativas de cada uno de los individuos.
Quien sacrifica su libertad para obtener seguridad no merece ni la una ni la otra
Véase también Paz, Libertad, Violencia, Monopolio de la violencia

Las normas de seguridad ciudadana en Europa (El País)

La Nación española, deseando establecer la justicia, la libertad y la seguridad y promover el bien de cuantos la integran… (Constitución española de 1978).

ὡς ἐλεύθεροι καὶ μὴ ὡς ἐπικάλυμμα ἔχοντες τῆς κακίας τὴν ἐλευθερίαν ἀλλ’ ὡς θεοῦ δοῦλοι (Andad como libres, pero no uséis la libertad como pretexto para la maldad, sino empleadla como siervos de Dios -1 Pedro 2:16-)
Those who would give up Essential Liberty to purchase a little Temporary Safety, deserve neither Liberty nor Safety (Los que renunciarían a la libertad esencial para comprarse una seguridad temporal, no merecen ni libertad ni seguridad -Benjamin Franklin-)
Give me liberty or give me death (Dadme la libertad o dadme la muerte -Patrick Henry-)
Democracy means to know that when somebody rings at the door of your house in the morning it is the milkman ( La democracia significa saber que cuando alguien llama a la puerta de tu casa de madrugada, es el lechero -Winston Churchill-)

Seguridad como búsqueda de felicidad:

Posiblemente también lo sea la búsqueda de libertad (la que nos empuja al enfrentamiento edípico con nuestro padre, y a salir de casa), pero la búsqueda de seguridad es obviamente un imperativo de raíz biológica, una adaptación evolutiva que compartimos con el resto del mundo animal (pegar la espalda a la pared de la cueva, huir o encogerse con un ruido -algunos se "hacen el muerto"-), lo que explica muchas disfunciones, que actúan como determinismos pavlovianos (los perros que salivan con el ruido de una campanilla). Este neurólogo explica por qué nos altera escuchar música "desafinada" (lo que también, creo yo, explica muchas actitudes "conservadoras": por qué nos altera que nos alteren las condiciones de nuestro puesto de trabajo o que aparezcan en nuestro barrio vecinos con costumbres exóticas -que también dependan de mecanismos culturales, a través de los cuales se canalizan esos temores, o en su caso se inhiban, no niega su raíz fisiológica-).

Carlos Tejero, vocal de la Sociedad Española de Neurología (SEN), explica el desconcierto: "Una parte de nuestro cerebro busca patrones de seguridad. A lo largo de la vida, vamos definiendo qué es para nosotros cantar bien. Y cuando ese patrón no se repite, la sensación es desagradable. El hombre primitivo ya se agarraba a estos patrones para detectar el peligro. Es la misma señal de alerta que le saltaría a alguien que vive aislado de la civilización y de repente aparece en una calle atestada de tráfico". Obviamente, no todos compartimos el mismo patrón de seguridad. Y, como detalla el neurólogo, hay personas más sensibles a una voz desafinada igual que otras son menos tolerantes al desorden de una casa. Pero el origen del rechazo es el mismo: temor. También hay buenas noticias. "Nos acostumbramos rápido a la gente que canta mal. Por ejemplo, a tu pareja: tras escucharlo muchas veces, quizás no llegue a gustarte, pero desaparecerá el repudio", comenta Carlos Tejero. He aquí la razón por la que muchos que entonan de forma desastrosa no parecen darse cuenta de ello: han moldeado el patrón de seguridad... en su propio beneficio. No acatar esta pauta de protección cerebral (una canción que no se ajusta a nuestra idea de corrección, un cuadro torcido que desafía nuestro concepto de la línea recta o un aspecto físico inesperado) afecta a la amígdala cerebral (conjunto de núcleos de neuronas cuyo papel principal es procesar y almacenar reacciones emocionales), provocando una respuesta física que nos conduce al enojo. (Ana Moreno, ¿Qué ocurre en mi cerebro cuando escucho a alguien cantar mal?, El País, 29 de octubre de 2014).

Seguridad jurídica
En gran medida coincide con las garantías del Estado de derecho. Se ha argumentado que la seguridad jurídica que alcanzaron los empresarios ingleses a partir de la Glorious Revolution de 1688 está en la base de la Revolución Industrial.
Isócrates (Aeropagítica, 31-35 -véase también en Democracia-) describe una situación semejante en la idealizada democracia ateniense de la época de Solón y Clístenes:

Administraban sus propios asuntos de manera similar a lo ya mencionado. No sólo estaban de acuerdo en los negocios comunes sino que, respecto a la vida privada, actuaban entre sí con la sensatez que deben tener hombres inteligentes y que tienen una misma patria. Los ciudadanos más pobres estaban tan lejos de envidiar a los más hacendados, que se cuidaban tanto de las casas grandes como de las suyas propias, por pensar que la felicidad de aquéllos les procuraba bienestar. Quienes tenían haciendas no menospreciaban a los que se hallaban en una situación más menesterosa, sino consideraban que era para ellos una vergüenza la pobreza de los ciudadanos y socorrían sus necesidades, confiando a unos terrenos de labor a un alquiler moderado [Los ektémoroi eran arrendatarios obligados a pagar a los propietarios un sexto de la cosecha de ahí su nombre), lo que era realmente moderado, como dice Isócrates -nota del editor-], mandando a otros a comerciar y suministrando a algunos capitales para otros trabajos. Porque no tenían miedo de sufrir ninguna de estas dos cosas: perder todo o recobrar una parte de lo prestado con muchas dificultades. Tenían igual seguridad en lo que habían entregado que en lo que conservaban en su casa. Veían, en efecto, que quienes juzgaban los con- tratos no acudían a la benignidad, sino que obedecían las leyes. Y no se permitían ser injustos en los procesos de otros sino que se indignaban más con los ladrones que los propios perjudicados y pensaban que quienes incumplían los contratos dañaban más a los pobres que a los ricos. Porque estos últimos, aunque renunciaran a reclamar, quedarían privados de unos pocos ingresos, mientras que los pobres, al faltarles sus valedores, quedarían en la miseria más extrema. Con esta manera de pensar ninguno escondía su hacienda ni vacilaba en prestar, pues veía con más agrado a quienes le pedían préstamos que a quienes se los devolvían. Les ocurrían las dos cosas que desean los hombres inteligentes: ayudaban a los ciudadanos y al mismo tiempo hacían productivo su dinero.Y lo más importante de un buen trato mutuo: las adquisiciones eran seguras porque se poseían con justicia y su disfrute era común a todos los ciudadanos necesitados.

domingo, 5 de octubre de 2014

Ilustración / Aufklärung / Enlightenment / Enciclopedia / Luces / Siècle des lumières / Philosophes / Montesquieu / Voltaire / Rousseau / Kant

Goya, un ilustrado muy peculiar,
identifica los "monstruos" despertados
 por el "sueño de la razón".

Kant la define como la salida del hombre de su autoculpable minoría de edad.

En el mundo germánico, el término es Aufklärung ("esclarecimiento"); en el mundo anglosajón es Enlightenment ("iluminación"), en Francia lumières (''luces").  Es la voluntad de iluminarlo todo con las luces de la razón, que no quede nada a oscuras, sacar a Veritas ("la verdad") del pozo donde se la había encerrado. En España, donde los "alumbrados" eran unos herejes del siglo XVI (humanistas a medio camino entre la tradición castiza de los cristianos nuevos y la importada de los protestantes), no se "iluminó" tanto ("iluminado" es un término con el que se identifca a un loco demasiado convencido de estar en posesión de la verdad, peligroso porque pretende imponerla sin importarle las consecuencias), y significativamente, se optó por "ilustrar", como si hubiera que conformarse con "sacar lustre", "dar brillo" (la Academia tenía como lema "limpia, fija y da esplendor"). Los amotinados de 1766 rompieron todos los "esquilaches" de Madrid (el alumbrado público que el odiado ministro italiano obligaba a mantener a los vecinos, además de prohibirles ir embozados -hoy hubiera prohibido el burka-).  En realidad, la etimología del latín illustrare también incluye el sentido "iluminar" o "sacar a la luz", pero se usa sobre todo para embellecer zapatos o manuscritos.

Los enciclopedistas franceses divulgaron por toda Europa una concepción de la sociedad política fuertemente influenciada por el sistema inglés: separación de poderes (teorizada por Montesquieu), tolerancia (teorizada por Voltaire -que, por otro lado, consideraba ejemplar la ciencia de Newton-) y la teoría del contractualismo social (que Rousseau recoge de Locke).

Los ilustrados pretendían someter a una crítica (enjuiciamiento) radical a todas las ideas e instituciones económicas, sociales y políticas. Eso afectaba a los privilegios estamentales (que consideraban un obstáculo al libre desarrollo del individuo y la sociedad según su novedosa idea de "progreso") o a las creencias religiosas (lo que denominaban "oscurantismo" o "superstición" -écrasez l'infâme, Voltaire-); obviamente también a la monarquía absoluta (sustentada en ambas), con lo que su posición ante el poder era delicada. Tales ideas eran objetivamente una ideología destinada a subvertir el Antiguo Régimen y defender los "valores burgueses". A pesar de ello, los ilustrados eran habitualmente miembros de los estamentos privilegiados y protegidos por los reyes, conscientes o no de tal contradicción (Todo para el pueblo, pero sin el pueblo). Kant plantea una imagen de un filósofo aparentemente inofensivo, calentándose ante el fuego (que también hizo Descartes), en una relación dialéctica, ambivalente, con el orden establecido (en cierto modo similar a las anécdotas de Diógenes -cuando pidió a Alejandro que no le tapara el sol y cuando debatió con Aristipo si era más humillante adular al poderoso o comer lechugas-).

El planteamiento optimista de la Ilustración es una confianza en el ser humano (optimismo antropológico), que está en la base de los planteamientos reformistas, especialmente en educación (el planteamiento de los enciclopedistas, como el del método científico de Bacon, era tremendamente ingenuo y optimista: aplicada la razón sin trabas en poco tiempo el hombre sería capaz de entender la naturaleza y dominarla -demonio de Laplace-, lo que también significaría llegar a entender y dominarse a sí mismo). Enfrentado a la revolución, el ilustrado se debate entre el idealismo (o coherencia intelectual) que lleva al radicalismo, y el pragmatismo (Goethe: prefiero la injusticia al desorden) que lleva al lampedusianismo.

http://www.alcoberro.info/planes/montesquieu.htm
Véase también Despotismo-Despotismo ilustrado, Filosofía y política, Educación y política, Ética y política, Religión y política, Liberalismo, Revolución francesa, Revolución inglesa, Americano-Revolución americana, Constitución, Capitalismo, Tolerancia, Progreso, Civilización-Buen salvaje, Poder, Moderado-Lampedusiano

sábado, 20 de septiembre de 2014

¡Qué felices seremos los dos... viviendo en mi casita de papel!


Felicidad
El fin de la política, desde el punto de vista utilitarista (Bentham: la mayor felicidad para el mayor número). Si no me equivoco, desde el punto de vista hedonista se identifica con el placer; y así lo entiende Adam Smith (Teoría de los sentimientos morales). En la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América (1776) se consideran derechos inalienables e inherentes a la condición igualitaria de los hombres: "vida, libertad y búsqueda de la felicidad". Así entendida, la felicidad no debe garantizarse por el Estado, sino que debe ser permitida en su búsqueda, es decir, no obstaculizada. Pongamos un ejemplo: la alimentación o el sexo proporcionan felicidad (o placer) ¿Debe el estado obligar a los ciudadanos a ser felices, obligándoles a comer lo que más les conviene y forzándoles a prácticas sexuales hasta que obtengan el orgasmo? Obviamente, eso sería una dictadura (podría utilizarse el nombre del "Comité de Salud Pública" de la Francia del Terror -1793-); lo que debe es establecer las condiciones que permitan a los ciudadanos acceder por sí mismos a los alimentos y al sexo a la medida de sus necesidades y deseos, y en razón de las circunstancias. No es tan fácil ¿cómo respondemos a una situación de escasez o de acaparamiento? ¿confiamos en el libre mercado o establecemos el racionamiento? ¿permitimos la sumisión? ¿prohibimos la prostitución?

Escolásticamente se distinguía la felicidad subjetiva y la felicidad objetiva, en ambos casos especulando con la idea del bien (un absoluto, como la idea de la belleza o la idea de la verdad).

En general es la satisfacción o gozo que se experimenta por la posesión del objeto amado. Se divide en felicidad objetiva, que es el mismo bien que nos hace bienaventurados; y subjetiva, que es la posesión de dicho bien, o sea la operación de la criatura racional por medio de la cual descansa plenamente en la posesión de aquel bien. Acerca de la felicidad subjetiva no puede haber dificultad alguna, fuera de las cuestiones teológicas acerca del acto en que consiste la felicidad formal, que también así se llama, y que encierra los tres actos de visión, gozo y amor.
Respecto a la felicidad objetiva, ha habido tal diversidad de opiniones entre los teólogos y filósofos, que según San Agustín, podían contarse más de doscientas ochenta sentencias acerca de este punto, aunque es cierto que todas podían reducirse a pocas. Si se trata de la felicidad sobre-natural, claro es que ésta sólo podía consistir en la unión con Dios, como el objeto esencial de toda felicidad para la criatura racional. Pero los antiguos filósofos no comprendieron esta verdad y divagaron lastimosamente. Si se trata de la felicidad natural o terrena, todas las opiniones podían reducirse a cinco, que son las que la hacían consistir en los deleites, en las riquezas, en el poder, en los honores o en la fama, o sea, la gloria.
Fuera de estos bienes, que sólo merecen este nombre en apariencia, no se halla en la tierra algún otro objeto que pueda causar la felicidad (Diccionario de ciencias eclesiásticas, 1886).

Hay que distinguir entre una felicidad subjetiva y una felicidad objetiva. Aquella es una experiencia personal, ésta es la objetivación de las condiciones que la hacen posible. De aquella se ocupa la psicología. De ésta se ocupa la ética (Jose Antonio Marina, En busca de una definicion de inteligencia).

Más terrenalmente, debiéramos equiparar la felicidad objetiva con la dignidad; puesto que la felicidad puede conseguirse reduciendo al ser humano a condiciones inaceptables (la opresiva sociedad que imagina  Aldous Huxley en su distopía Brave New World, que se tradujo al castellano como Un mundo feliz -al francés como Le Meilleur des mondes, al alemán como Schöne neue Welt, o sea, el mejor bello, respectivamente-). Si imponemos una manera de obtener la felicidad, incluso en el caso de tener éxito (cosa improbable) lo que estaríamos consiguiendo es una sociedad de esclavos felices o de súbditos felices de un déspota ilustrado (el que ha definido esa manera de obtenerla).

Curiosamente, para los griegos, la felicidad estaba en una relación dialéctica con la vida política:

La búsqueda de la felicidad (eudaimonía), que ya movía a los antiguos y era el constitutivo ético final de Sócrates, consistía para los cínicos en la libertad entendida como liberación, como independencia (autarkía). Ésta era la única forma de vida digna del hombre, la única que merecía la pena dado el carácter radicalmente imperfecto de cualquier forma civilizada posible: los logros de la civilización no hacen sino corromper y debilitar al hombre, volviéndolo cada vez más dependiente de lo externo, menos dueño de sí mismo. Si la ciudad era el producto de la necesidad que unos miembros tenían de los otros, porque "el que nada necesita es una fiera o un dios" (Aristóteles, Pol. 1253ª 29), el cínico rompe con la ciudad, se hace "cosmopolita". A Diógenes le gustaba proclamarse: "Sin ciudad, sin hogar, carente de patria, un mendigo y un vagabundo que vive al día" (D.L. 6, 38) y, también, "ciudadano del universo" (D.L. 6, 63). Pero no tanto un ciudadano de no importa qué ciudad, sino en un no-ciudadano, es decir, una vida de exilio sin hogar (D.L. 6, 38). Por eso proponen vivir sin atadura social alguna: la libertad respecto de lo que no es esencial, constituye una condición previa. El cosmopolitismo cínico implica, por tanto, una actitud positiva hacia el mundo natural y sus riquezas como opuestas al mundo de la polis, una actitud positiva hacia el mundo animal. El animal y dios constituían respectivamente el modelo de autosuficiencia e indiferencia y por consiguiente de felicidad. Si los dioses son los que no necesitan nada, los que necesitan muy poco son los que más se les parecerán, y estos son los animales, que tienen pocas necesidades. Sócrates había dicho que "el que está muy cerca de los dioses necesita muy poco" (D.L. 2, 27; Jenofonte, Mem. 1, 6, 10), pero el cínico acentúa más esta diferencia: "Dijo [Diógenes] que la cualidad de los dioses es no necesitar nada, y quienes más se les parecen precisan de muy poco" (D.L. 6, 105). El cinismo invierte totalmente la tradicional jerarquía de los seres, la serie animal-hombre-dios, y la transforma en hombre-animal-dios. Con esta inversión de la jerarquía subrayan, más si cabe, no sólo su no-ciudadanía sino también su posición ante la religión. (Filósofos disidentes, El humor en la Antigua Grecia - El cinismo o la transmutación de los valores)

Si mi felicidad supone obligar a otro que no sea yo a que haga algo (sea por mi bien, o sea por el suyo), tal cosa no es una felicidad que yo legítimamente deba esperar que se me proporcione por la comunidad política; ahora bien, no debe impedírseme a mí hacer algo que me proporciona felicidad (porque yo lo juzgo mi bien, incluso aunque otros no lo juzguen así). Si en ese acto causo daño a otros, entonces el conflicto ha de superarse mediante la regulación de la convivencia, si ese daño causado supone a esos otros una pérdida de felicidad que legítimamente debían esperar que se les proporcionara por la comunidad política. Puestos en términos grupales: establecidas agrupaciones por afinidad en la búsqueda de felicidad (partidos políticos que canalizan demandas sociales contrapuestas), se establece un sistema político que evite que el enfrentamiento político degenere en guerra civil. La superioridad de la democracia sobre el totalitarismo es precisamente que no proporciona a nadie la felicidad total, sino que mantiene a todos parcialmente insatisfechos. El totalitarismo pretende conseguir la perfección, la felicidad total (siguiendo la idea de bien, belleza y verdad un líder que se identifica con la nación y el Estado).

Los sueños y las urnas Una sociedad es democráticamente madura cuando ha asimilado la experiencia de que la política es siempre decepcionante. La política es inseparable de la disposición al compromiso y de la frustración DANIEL INNERARITY 29/10/2011

El tanto por ciento JORGE EDWARDS 27/10/2011

Véase también Estado-Estado del bienestar, Sentimiento, Colaboración-Hedonismo

domingo, 14 de septiembre de 2014

Todo derecho, al fondo y a la izquierda

Espectro político / Izquierda - Derecha / Extremismo - Centrismo


Flanders es un zurdo "de derechas"
Convención que permite situar ideologías, movimientos y regímenes políticos por comparación a otros. La izquierda se identifica con el progresismo y la derecha con el conservadurismo. El espectro político es esencialmente dinámico, es decir, histórico: cambia en el tiempo. Las propuestas de la izquierda en 1789 eran el programa de la Revolución francesa ("Libertad, Igualdad y Fraternidad"), que incluía el gobierno representativo y la propiedad privada, mientras que las propuestas de la izquierda en 1917 eran la colectivización de los medios de producción y el ejercicio del poder por los soviets. La burguesía pasa de ser una clase revolucionaria en la "Era de la Revolución" (1776-1848) a ser una clase conservadora a partir de la "Era del Capital" y, sobre todo, de la "Era del Imperio" (títulos de las obras de Hobsbawm, los conceptos "burguesía revolucionaria" y "burguesía conservadora" son del plan editorial de la Historia de España dirigida por Domínguez Ortiz, con volúmenes encargados respectivamente por Artola y Martínez Cuadrado).
De la misma manera que "la revolución devora a sus hijos" (los que ayer eran izquierda son considerados derecha por la izquierda-más a la izquierda surgida en cuanto la izquierda ha llegado al poder), se produce un desplazamiento del espectro político hacia la izquierda (equivalente al "desplazamiento hacia el rojo" que se produce en el ámbito astronómico, aducido como prueba de la expansión del universo). Los valores antes considerados "de izquierda" pasan a ser aceptados también por la derecha, y el debate político pasa a ejercerse sobre otros valores. Casos evidentes son los conceptos "propiedad" o "nación".
No es siempre tan evidente, dado que también se suele considerar que, en la actualidad, la izquierda se identifica con la "igualdad" y la derecha con la "libertad", identificándose la oposición de ambos valores con la oposición de los conceptos "Estado" y "mercado" (que en el siglo XVIII serían, obviamente asociados de forma totalmente opuesta en el espectro izquierda-derecha).

Estatua de Guzmán el Bueno en León,
de Aniceto Marinas
Joaquín Sabina,
de pirata tuerto
Utilizando para esta comparación los cuatro valores superiores del ordenamiento jurídico según la Constitución Española (la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político), podría decirse que, puestos en la tesitura de tener que escoger, una persona o partido de izquierdas, frente a una persona o partido de derechas, elegiría la igualdad sobre la libertad (o mejor dicho, entendería la libertad como igualdad -que cada uno haga su propia voluntad y no lo que es debido- ¿autonomía?) y el pluralismo sobre la justicia (o mejor dicho, entendería la justicia como pluralismo -que se trate de forma distinta a los que son distintos y no de forma ciega- ¿relativismo?) Por poner un ejemplo: el pirata de La canción del pirata de Espronceda, sería un héroe de izquierdas; mientras que Guzmán el Bueno (el que no rindió Tarifa a pesar de la amenaza de matar a su hijo, sino que arrojó desde las almenas su propio puñal para que cumplieran la amenaza) sería un héroe de derechas. Entre ambos extremos heroicos (el heroísmo es buscar el bien más allá de lo exigible) está la virtud de la prudencia (virtud política por antonomasia), que también puede verse como defecto (moderantismo, "pasteleo", centrismo).

Es la violencia lo que caracteriza al extremismo: la imposición de la voluntad propia, la negación de la política como espacio público donde se establece el consenso.


Una disección de los conceptos de izquierda y derecha, de Gabriel Albiac, un tanto difícil de leer (No estamos haciendo análisis ya. Sí, disección. Hablamos de un muerto. Porque también las palabras mueren. Aun cuando pueda hacerse trinchera con sus cadáveres: Las palabras: esa pesada línea Maginot del pensamiento -La izquierda, anacrónica metáfora-).

¿De izquierdas o de derechas? - Medio centenar de personajes, lugares, eventos y situaciones que pueden ubicarse a un lado o al otro del espectro ideológico (Iñaki Berazaluce, Strambotic, Publico, 15 de septiembre de 2014).

¿Es Ciudadanos de derechas? - Su programa económico persigue un mercado eficiente que busca facilitar la igualdad social (El País, 11 de marzo de 2015).

Eduardo Porter, Liberal Biases, Too, May Block Progress on Climate Change, NYT, 19 de abril de 2016.

Francesc de Carreras, Adversarios y enemigos (El País, 29 de marzo de 2016).

Véase también Ideología, Movimiento político, Régimen político, Tercera vía-Tercera posición, Moderado, Radical, Conservadurismo-Conservador, Progreso-Progresista, Fascismo, Movimiento obrero, Demagogia-Populismo, Nueva derecha, Nueva izquierda

Estudio de los programas de los partidos políticos de varios países, y su ubicación en el espectro izquierda-derecha:
https://www.nytimes.com/interactive/2019/06/26/opinion/sunday/republican-platform-far-right.html
El mismo estudio, citado en un medio español (destacan la centralidad de Ciudadanos).

Roger Griffin: "La extrema derecha es hoy más peligrosa que el fascismo porque juega con las reglas del sistema" - El historiador y experto en fascismo diferencia entre los partidos ultra nacionalistas y los fascistas: "los primeros son una infección degenerativa para la democracia y los segundos directamente un ataque al corazón" (El Periódico de España, 29 de octubre de 2023):
Griffin empezó a leer literatura fascista para entender cómo pensaban los líderes de ideología fascista y se dio cuenta que todos los movimientos, vinieran del país que vinieran, tenían un patrón de pensamiento. "Cada fascista en cada nación estaba convencido de que la nación, la raza, el país estaba en decadencia, estaba convirtiéndose en inmoral, anárquico, descontorlado. Vieron una solución en un nacionalismo extremo y militarizado y en crear un orden, crear otro estado que solucionara los problemas de la modernidad". En común tenían el "ultranacionalismo y la esperanza de una nueva realidad, una regeneración, el nacimiento de una nueva nación", señala.
Sin embargo, mientras el fascismo "rompe con todo, se carga la democracia y las normas y crea algo nuevo", la extrema derecha, por contra, "actúa dentro del sistema democrático". Es lo que el llama "el ultranacionalismo palingenético", un concepto que él mismo acuñó y que hace referencia a la extrema derecha populista "que no mira al pasado, sino al futuro, pero quiere mantener esa esencia nacional". Rechaza que partidos de extrema derecha como Vox sean fascismo. Son populismo de extrema derecha.
"Hay una gran diferencia entre partidos como Vox y el fascismo de Hitler, Franco o Mussolini. Estos personajes rompían el sistema, destruían la democracia para crear un estado nuevo y totalitario. Vox no quiere una nueva España, quiere una España democrática pero desliberalizada, más española, fuerte, sin la ‘decadencia’ que consideran los rasgos cosmopolita sociales, ni inmigración. Es como una versión purificada del españolismo dentro del sistema democrático".
Por eso, advierte de que "la extrema derecha es más peligrosa que el fascismo y que el terrorismo porque juega con las reglas del sistema". Se mueve, dice, por miedo "a que la esencia, la identidad nacional se vea diluída y por eso se muestran en contra de la inmigración y la modernidad social y cultural. La derecha está aterrorizada de que la ‘hispanidad’ se descomponga por avances sociales como la identidad de género, la inmigración, la globalidad, en realidad. Están amenazando un rasgo existencial. Denota que se trata de gente insegura y neurótica". 
Pese a divulgar la xenofobia, el rascismo o la misoginia, la extrema derecha no es el fascismo. "Los fascistas impondrían las ideas y los populistas de derechas no imponen un sistema totalitario, usan la democracia". A la pregunta de si hay riesgo de llegar a fascismo si la extrema derecha populista tiene más y más poder institucional, Griffin responde que no. "No quieren crear un ejército e invadir Polonia, quieren España para los españoles porque todo reside en el miedo a perder esa esencia", señala. "No creo que tengamos que preocuparnos por el fascismo, pero sí por el populismo". ¿Por qué? Según Griffin, la extrema derecha debilita la democracia. El nazismo "es un ataque al corazón" pero la extrema derecha "es una enfermedad degenerativa", "hay peligro de que la democracia se vuelva ‘esclerótica’. Es una infección gradual, como la polución en el aire. Es todo igual en el sistema pero distinto, y eso atemoriza más porque de repente la realidad que conoces cambia. Y lo hace sin que te des cuenta". 
¿El capitalismo ha influido en el auge de los partidos de extrema derecha en distintos puntos del mundo? Dice Griffin que "el neoliberalismo destruye las instituciones del estado y empobrece la asistencia social, refuerza la guerra contra la izquierda pero no es este sistema la causa del auge de la extrema derecha, que crece por el miedo a perder la identidad", señala. Como ejemplo, señala que la mentalidad populista de extrema derecha piensa que los extranjeros "no pertenecen a España". "No van a matarlos ni a hacer un genocidio pero no los quieren en su país".
¿Cómo se puede minimizar el auge de estos partidos? "La izquierda tiene que calibrar ese miedo y extender la idea de que hay que abrazar a todo humano venga de donde venga, que eso está por encima de la identidad y para eso necesitas hacer política, hacer pedagogía en los medios de comunicación, educar en valores. Movilizar a la izquierda. Hay más gente de izquierdas que de derechas, necesita movilizarla. Si eres una madre soltera precaria, en realidad eres parte de la solución porque sufres las consecuencias de ese neoliberalismo". 
Usar en exceso la palabra "fascista" para referirte a la extrema derecha bloquea la movilización. "Demonizar a la derecha no es el camino. Esta gente no es diabólica, son idealistas pero bajo el mito del españolismo y eso es lo peligroso. Nos tenemos que tratar todos como humanos y no evocar los fantasmas del franquismo o la Guerra Civil, sino educar en que los derechos humanos están por encima de la identidad".




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