Técnica, arte o cultura son tres palabras para designar el mismo hecho: la forma que tiene el hombre de relacionarse con su entorno es modificarlo al tiempo que se modifica a sí mismo: sus herramientas son una prolongación artificial de sus miembros y órganos. El Homo sapiens es inseparable del Homo faber.
El uso político de la técnica ha sido una constante en todas las sociedades y épocas históricas, proporcionando más poder a quien la controla, a quien accede en primer lugar a ella, o a quien se garantiza su monopolio o su uso en condiciones privilegiadas; destacadamente, las sucesivas innovaciones en el armamento, en la producción o en los medios de comunicación (la pluma y la espada).
La diferencia entre técnica y tecnología se manifiestó como un salto cualitativo a partir de la sistematización de las innovaciones técnicas en programas deliberados, con criterios científicos y no artesanales, lo que sólo ocurrió a partir de la II Revolución industrial (finales del XIX).
Desde finales del siglo XX, las llamadas "nuevas tecnologías" o TIC ("tecnologías de la información y la comunicación") tienen un decisivo componente político, por cuanto generan "redes sociales" y elevan a agentes económicos globales a determinadas empresas (las incluidas en el acrónimo GAFA -Google, Apple, Facebook, Amazon-, pero también otras -Netflix, Uber-). Concretamente, la capacidad de manipulación política se ha probado posible (escándalo Cambridge Analytics -utilización de datos de Facebook para segmentar mensajes propagandísticos en las campañas Brexit y Trump-).
Giorgio Agamben, ¿Qué es un dispositivo?, comentado en Jordi Soler, Más dóciles y más cobardes - El smartphone y la tableta invaden todas las esferas de la vida cotidiana. Además de sus múltiples virtudes, los dispositivos electrónicos han conseguido atomizar a la sociedad y ahora estamos cada vez más solos : estos aparatos electrónicos... no son más que la evolución de los dispositivos que han modelado el comportamiento y los destinos de la humanidad desde hace siglos. ¿Qué es un dispositivo? Agamben echa mano de las ideas de Michel Foucault, de Jean Hyppolite y de Hegel para establecer que el dispositivo es eso que tiene “la capacidad de capturar, orientar, determinar, interceptar, modelar, controlar y asegurar los gestos, las conductas, las opiniones y los discursos de los seres vivientes”, y esto incluye no solo las instituciones como la escuela, las fábricas, la religión, la constitución y el manicomio. También son dispositivos “la pluma, la escritura, la literatura, la filosofía, la agricultura, el cigarrillo, la navegación, los ordenadores, los teléfonos móviles y —por qué no— el lenguaje mismo, que quizás es el más antiguo de los dispositivos”. En suma, Agamben divide al mundo en dos grandes clases: los seres vivientes y los dispositivos, que forman una intricada red que, inevitablemente, nos condiciona, nos hace pensar, reaccionar y conducirnos de una manera determinada, aun cuando nosotros estemos muy convencidos de nuestra originalidad.
DRAE dispositivo, va. (Del lat. disposĭtus, dispuesto). 1. adj. Que dispone. 2. m. Mecanismo o artificio dispuesto para producir una acción prevista. 3. m. Organización para acometer una acción. 4. f. ant. Disposición, expedición y aptitud. ... disponer. (Del lat. disponĕre).1. tr. Colocar, poner algo en orden y situación conveniente. U. t. c. prnl.2. tr. Deliberar, determinar, mandar lo que ha de hacerse.
3. tr. preparar (‖ prevenir). U. t. c. prnl.4. intr. Ejercitar en algo facultades de dominio, enajenarlo o gravarlo, en vez de atenerse a la posesión y disfrute. Testar acerca de ello.5. intr. Valerse de alguien o de algo, tenerlo o utilizarlo por suyo. Disponga usted de mí a su gusto. Disponemos de poco tiempo.
Daniel Innerarty, La sociedad las plataformas , La Vanguardia, 14 de agosto de 2019
Esta plataformización de la sociedad podría denominarse siliconización del mundo (Éric Sadin), organización algorítmica de la sociedad o uberización de la democracia. Tim O’Reilly, uno de los oráculos de Silicon Valley, inventor del concepto de web 2.0 y open source, plantea pensar el gobierno como una plataforma, o sea, extender el modelo de las aplicaciones comerciales a la administración de las cosas comunes. En nombre de una lucha contra los déficits democráticos y el exceso de burocracia, propone reducir el papel del Estado al de suministrador de acceso y plataforma, sobre la cual la ciudadanía podría definir por sí misma y con toda libertad sus prioridades políticas. Si en un principio han sido los poderes públicos los que han impulsado el desarrollo tecnológico, ahora el movimiento es el inverso: se invita a que el Estado se inspire en las plataformas, a no servir más que de infraestructura supuestamente neutra para las transacciones entre los individuos.
Artículos posteriores: Grandes datos, pequeña política (El País, 18/04/2021, recogido en la web del autor) Daniel Innerarity: "La política no se puede hacer sin datos” - El filósofo político, Premio Nacional de Investigación 2022, explica la relación entre política e Inteligencia Artificial y tiende lazos entre humanos y máquinas para crear un ecosistema de complementariedad (citas literales en el contexto de un curso de la UIMP, El Periódico de España, 6 de agosto de 2023)
Rocío Pérez, Inteligencia artificial y sesgo algorítmico - ¿Cómo podemos equilibrar la necesidad de algoritmos más precisos con la necesidad de transparencia hacia las personas que están siendo afectadas por los posibles sesgos
Véase también Matemáticas y política-Big data
No hay comentarios:
Publicar un comentario