Política es el arte de gobernar a los pueblos; pero también la ciencia de la libertad.
Arte (techné -"técnica"-) es la capacidad humana de transformar la naturaleza. No hay una naturaleza humana inmutable: la naturaleza del hombre es su cultura. En política no hay esencia, sino cambio en el tiempo, es decir: historia. Ciencia es la aproximación del conocimiento humano a la realidad, siempre imperfecta, siempre perfeccionándose.
Fotograma de la adaptación cinematográfica de El Viejo y el Mar (1958) |
Gobernar es dirigir (como hace el timonel con la nave: optar por una dirección -una posibilidad en medio de muchas renuncias, o una elección entre dos males, como Ulises entre Escila y Caribdis-), agir, actuar (como hace el actor), preferiblemente bien (buen gobierno), tanto en términos morales como efectivos; pero si no lo es en uno de ellos, al menos que lo sea en el otro (o buenos fines -resultados- o buenos medios), porque si no lo es en ninguno ¿para qué se gobierna? Para juzgar valores en política sólo puede recurrirse a la prudencia, pues la razón política tiene más en común con el juicio estético que con ningún otro.
Pueblo es la totalidad de los miembros de una comunidad humana (relativamente homogénea pero necesariamente diversa); especialmente los de la clase baja, la mayoría de la población, cuya condición desigual, percibida como inferior, justifica a la clase alta ejercer de clase dirigente: esa es la función de la ideología (reforzar esas percepciones y justificaciones, o combatirlas, sustituiyéndolas por otras).
Libertad es la capacidad de gobernarse a sí mismo. El resultado del ejercicio de la libertad es el poder, que es la capacidad de cambiar la realidad para ajustarla a la propia voluntad. La soberanía es el poder supremo, que no reconoce superior. Según quién ejerce el poder (y cómo ha llegado a obtenerlo) así se configuran distintos regímenes políticos, formas o sistemas de gobierno; aunque sus denominaciones clásicas (monarquía, tiranía, aristocracia, oligarquía, democracia, oclocracia, demagogia, república, dictadura...) se usan para referirse a muy distintas situaciones de hecho, adjetivándolas con mayor o menor fortuna.
Democracia es el régimen político justificado por la ideología de la soberanía popular. Se pretende que el poder sea ejercido por el pueblo y que el gobierno responda a la voluntad popular. En comunidades políticas de tamaño relativamente pequeño (ciudades-Estado) es posible definir la voluntad popular mediante la democracia directa. En comunidades políticas de ámbito nacional (Estados-nación) se aplica la democracia representativa, caracterizada por un sistema de garantías que incluye la separación de poderes y el reconocimiento de un amplio conjunto de derechos y libertades, particularmente el derecho a la participación política ("elecciones libres", con muy distintas modalidades de "sistema electoral"). Es característico de estas "democracias liberales" el delicado equilibrio entre la imposición de la voluntad de la mayoría y el respeto o "tolerancia" a la minoría, ambas sujetas a cambios y distintas expresiones de sus identidades e intereses; lo que suele determinar la alternancia en el poder de "partidos políticos".
Nación es... "un concepto discutido y discutible": "Pero, Pedro ¿tú sabes qué es una nación?"
Véase también Internacional-Política exterior, Régimen, Administración, Forma de gobierno, Presidencia del gobierno
===Otros recursos. Esto ya pasa de un minuto===
DRAE: Arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los Estados; actividad de quienes rigen o aspiran a regir los asuntos públicos; actividad del ciudadano cuando interviene en los asuntos públicos con su opinión, con su voto, o de cualquier otro modo; cortesía y buen modo de portarse; arte o traza con que se conduce un asunto o se emplean los medios para alcanzar un fin determinado; orientaciones o directrices que rigen la actuación de una persona o entidad en un asunto o campo determinado.
Ciencia de la libertad (Proudhon, El principio federativo).
11. El fascismo consiste sobre todo en no limitarse a hacer política y pretender hacer historia (Rafael Sánchez Ferlosio, Trece pecios).
La expresión superestructural de las relaciones de producción, y, por tanto, un mecanismo de imposición de los intereses de la clase dominante en la lucha de clases (Marx, Engels, Manifiesto comunista).
Es muy habitual, incluso en ámbitos alejados del marxismo, utilizar el sintagma "superestructura jurídico-política", e identificar la política con las instituciones. El papel de la ideología en ese esquema es más complejo, y más que pertenecer al ámbito superestructural sería un "lubricante" del mecanismo que articula estructura y superestructura "como piezas de un engranaje" (en la visión más determinista, rechazada incluso por los "marxianos", una "correa de transmisión").
La burguesía ... enterró la dignidad personal bajo el dinero y redujo todas aquellas innumerables libertades escrituradas y bien adquiridas a una única libertad: la libertad ilimitada de comerciar. Sustituyó, para decirlo de una vez, un régimen de explotación, velado por los cendales de las ilusiones políticas y religiosas, por un régimen franco, descarado, directo, escueto, de explotación. ... Vino a ocupar su puesto la libre concurrencia, con la constitución política y social a ella adecuada, en la que se revelaba ya la hegemonía económica y política de la clase burguesa. ...
Se nos dirá que las ideas religiosas, morales, filosóficas, políticas, jurídicas, etc., aunque sufran alteraciones a lo largo de la historia, llevan siempre un fondo de perennidad, y que por debajo de esos cambios siempre ha habido una religión, una moral, una filosofía, una política, un derecho. Además, se seguirá arguyendo, existen verdades eternas, como la libertad, la justicia, etc., comunes a todas las sociedades y a todas las etapas de progreso de la sociedad. ... [Pero] toda la historia de la sociedad ha sido una constante sucesión de antagonismos de clases, que revisten diversas modalidades, según las épocas. ...
... la sociedad burguesa moderna, con sus peculiares condiciones materiales de vida y su organización política adecuada... [Tiene inherentes contradicciones tales que] ... llegado el momento, los obreros ... se encuentren preparados para volver contra la burguesía, como otras tantas armas, esas mismas condiciones políticas y sociales que la burguesía, una vez que triunfe, no tendrá más remedio que implantar; para que en el instante mismo en que sean derrocadas las clases reaccionarias comience, automáticamente, la lucha contra la burguesía.
Política de Dios, gobierno de Cristo, tiranía de Satanás (Quevedo). "El término "política" en los tiempos de Quevedo ya había perdido su inocencia" (Quevedo contra Maquiavelo, pg. 703 http://cvc.cervantes.es/literatura/aiso/pdf/05/aiso_5_070.pdf ).
Regiment de la cosa publica (Francesc Eiximenis).
“La política también es el arte de lo que no se ve” (Pablo Iglesias -citado por Gregorio Morán, 2020-)
DRAE: Agente. (Del lat. agens, -entis, part. act. de agĕre, hacer).
1. adj. Que obra o tiene virtud de obrar.
2. adj. Gram. Dicho de una palabra o de una expresión: Que designa a la persona, animal o cosa que realiza la acción del verbo. U. m. c. s. m.
3. m. Persona o cosa que produce un efecto.
4. m. Persona que obra con poder de otra.
5. com. Persona que tiene a su cargo una agencia para gestionar asuntos ajenos o prestar determinados servicios.
6. com. En algunos cuerpos de seguridad, individuo sin graduación.
Wicktionnaire: Agir. Emprunt savant au latin agere. L'ancien français avait aussi agirable (« actif ») attesté en 1415 qui laisse à penser que l'usage de agir est de peu antérieur à la première attestation du verbe en 1459. Verbe - Faire quelque chose. Opérer, produire quelque effet, faire quelque impression. Négocier, s’employer en quelque affaire. Poursuivre en justice. Se conduire, se comporter.
https://fr.wiktionary.org/wiki/agir
Véase también Sujeto
"Gobierno" comparte etimología con "cibernética": el oficio del que "gobierna" una nave, el que cuida de su rumbo con el "gobernalle" o timón. Tierno Galván, corrigiendo a Marx, no pedía "el acelerador de la historia", sino mejor "el volante"; parece con ello decir que la historia no está determinada (o sea, niega el determinismo), y son nuestras acciones las que la deciden (somos, por lo tanto, libres).
¿No será que tenemos, más bien, una democracia abierta y una política endeble? La democracia es un espacio abierto donde, en principio, cualquiera puede hacer valer su opinión, que posibilita mil formas de presión, e incluso tenemos la posibilidad de echar a los Gobiernos. Esto funciona relativamente bien. En nuestras sociedades democráticas no faltan espacios abiertos de influencia y movilización, redes sociales, movimientos de protesta, manifestaciones, posibilidades de intervención y bloqueo.
Lo que no va tan bien es la política, es decir, la posibilidad de convertir esa amalgama plural de fuerzas en proyectos y transformaciones políticas, dar cauce y coherencia política a esas expresiones populares y configurar el espacio público de calidad donde todo ello se discuta, pondere y sintetice. Algo tiene que ver con esto el hecho de que para quienes actúan políticamente cada vez sea más difícil formular agendas alternativas. Estamos en una era postpolítica, de democracia sin política. Tenemos una sociedad irritada y un sistema político agitado, cuya interacción apenas produce nada nuevo, como tendríamos derecho a esperar dada la naturaleza de los problemas con los que tenemos que enfrentarnos. ... No faltan tampoco ejemplos de activismo y “soberanía negativa” en el espacio físico, ahora también vinculados a la movilización digital. ...
A quien reivindica algo que le parece justo no tenemos por qué exigirle que lo acompañe de un programa político completo y una memoria económica, por supuesto. Pero el espacio público no se reduce a la mera agregación apolítica de preferencias incoherentes, agrupadas como si no hubiera ninguna prioridad entre ellas e incluso ciertas incompatibilidades. Alguien se debería ocupar de ordenar esas reivindicaciones con criterios políticos y gestionar democráticamente su posible incompatibilidad. Pero, ¿hay alguien ahí? Si la política (y los tan denostados partidos) sirve para algo es precisamente para integrar con una cierta coherencia y autorización democrática las múltiples demandas que surgen continuamente en el espacio de una sociedad abierta. ... La política cuya presencia echo en falta es la que comienza cuando se terminan las buenas razones de la sociedad, donde se acaba la tarea del soberano negativo y comienza la responsabilidad del soberano positivo. ... nos encontramos en la paradoja de que nadie confía a la política lo que solo la política podría resolver. (Daniel Innerarty, Democracia sin política - Los que critican o protestan no tienen necesariamente razón ni el espacio público se reduce a una agregación apolítica de preferencias. Alguien tiene que ordenar y gestionar las demandas de la sociedad abierta, El País, 28/02/2014).
Véase en "guerra" la célebre cita de Klausewitz, parafraseada por Mao (Política es guerra sin sangre).
Véase también Poder ejecutivo, Forma de Gobierno-Sistema político-Forma de Estado
https://es.wikipedia.org/wiki/Gobernanza
Véase también Poder ejecutivo, Forma de Gobierno-Sistema político-Forma de Estado
https://es.wikipedia.org/wiki/Gobernanza
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