sábado, 30 de julio de 2022

Monarquía

Monarquía / Rey / Primun inter pares / Monarquía electiva / Monarquía hereditaria / Sucesión / Dinastía / Interregno / Regencia / Monarquía feudal / Monarquía autoritaria / Monarquía absoluta / Monarquía constitucional / Monarquía parlamentaria / Monarquía popular

Sello de Alarico II rex gothorum

El ejercicio del poder por "uno" (mono). Inicialmente fue una institución temporal y electiva, el jefe o caudillo militar elegido por la asamblea de guerreros libres, iguales en condición, como un primum inter pares ("primero entre iguales"). Cuando se institucionalizó (monarquía romana, monarquías germánicas) ya era habitual que el rex o kuningaz hubiera establecido su jefatura de forma vitalicia. El paso lógico siguiente es el establecimiento de la costumbre de elegir al hijo del rey como nuevo rey, primero por asociación al trono aún en vida (no necesariamente a un hijo biológico, puede establecerse la filiación por adopción), y después como reconocimiento de la herencia (heredero al trono), lo que establece una dinastía, permitiendo incluso el  reinado de las mujeres (en algunos casos -la Ley Sálica, de los francos salios, impedía incluso que las mujeres transmitieran el derecho a reinar). La fórmula ritual usada en Francia e Inglaterra era gritar "el rey ha muerto, viva el rey", evitando los peligrosos "interregnos". Cuando un rey no podía gobernar por sí mismo, por ser menor de edad o incapaz, se nombraba un regente que lo hacía en su nombre (habitualmente era el que en otro caso habría ejercido la tutoría legal: el cónyuge superviviente). Cuando un rey no deseaba gobernar por sí mismo, se valía de un "valido" o "favorito". Incluso cuando deseaba gobernar por sí mismo, en cualquier decisión debía contar con o utilizar a la nobleza áulica o Corte, de la que surgirá una institución colegiada: el  Aula Regis, de la que derivan los Consejos (múltiples en la Monarquía Hispánica -polisinodial-) y los Parlamentos (Cortes en España). Cuanto más crezca el poder de la monarquía, más crecerá la burocracia de oidores (jueces), fiscales, letrados, secretarios, escribanos, covachuelistas, etc. De todo ese complejo institución nacieron los gobiernos modernos.
El Imperio romano fue una monarquía de hecho, pero se evitó la denominación rex (rey) por la negativa imagen de la monarquía en la historia inicial de Roma, que estableció sus instituciones como Res Publica ("república", "cosa pública" o "lo que a todos incumbe"), y evitaba las magistraturas singulares, prefiriendo las dobles (consulado), excepto en casos excepcionales (dictadura). Cuando un "hombre fuerte" destacaba por su poder e influencia (Mario, Sila, Pompeyo, César), se consideraba lógico que otros le disputaran el poder, estableciéndose facciones y guerras civiles. En ciertas ocasiones se procuraron pactos entre tres "hombres fuertes" (triunviratos). Al establecerse el Imperio, Octavio Augusto eligió titularse como Princeps ("príncipe"), lo que significaba ser el primero en hablar ante el Senado. En el Bajo Imperio se utilizó el título de Dominus ("señor").
Ardashir I (fundador de la dinastía Sassándida)
recibe las insignias de la realeza
de la mano de Darío (dinastía Aqueménida)

La sacralización de la monarquía medieval tiene al menos dos orígenes combinados: la continuidad con los rasgos sacralizados del emperador romano y la identificación de la institución con la figura de los reyes de Israel del Antiguo Testamento, que se ungían (la iglesia tuvo mucho que ver con la fundación de muchas monarquías medievales, a través del bautismo o conversión de reyes). De hecho, también el emperador romano sumaba muchos orígenes sacralizados, entre los que estaba el cargo de pontifex maximum (que no heredaron los reyes, sino el Papa -junto con la doble tiara, que provenía del tocado de los faraones, reyes del Alto y el Bajo Egipto-) y la divinización propia del basileus helenístico (ante el que se realizaba la proskinesis).
El título que utilizaban los emperadores persas era el de Shāhanshāh ("rey de reyes").

El establecimiento de una nobleza hereditaria imitó las reglas sucesorias de la monarquía, y con ella sus propias dinastías. La consideración de los más altos nobles como "pares" del rey (en España, "grandes", considerados sus "primos") hacía recordar su condición de "primus inter pares", y establecía una casta aristocrática que se terminó por convertir en transnacional a través de las alianzas matrimoniales. El matrimonio sólo es concebible entre familias de igual condición, por lo que los reyes que pretendían distinguirse de sus pueblos sólo podían casarse (y casar a sus hijos) con "príncipes de sangre real", estableciéndose así una red de alianzas matrimoniales por toda Europa. En cambio, en el antiguo Egipto, al considerar cualquier otra sangre indigna del trono, incluída la de los reyes de otros reinos, a los que no se consideraba iguales, los faraones debían casarse con sus propias hermanas.

La disolución del imperio carolingio dio origen a la monarquía feudal de la Plena Edad Media, en la que los reyes encabezaban pirámides vasalláticas  escindidas de la inicial, en cuyo vértice estaba el Emperador. Los intentos de reconstruir el prestigio imperial chocaron con la oposición del papado, y de esa situación derivó por un lado la atomización de las entidades políticas en Alemania e Italia y el fortalecimiento de las monarquías feudales de Europa occidental, que terminaron por convertirse en las monarquías autoritarias del Antiguo Régimen, y construir Estados-nación (Francia, Inglaterra, Portugal, España). Las monarquías, por un lado se beneficiaron de la ideología centralizadora derivada de la recepción del Derecho Romano, y por otro lado se beneficiaron de su especial relación con las estructuras eclesiásticas y sus sucesivas "reformas", de la que la "luterana" sólo fue una versión (también hubo otras dirigidas directamente por una monarquía -"cisneriana", "anglicana", "galicana"- y otras protagonizadas por "santos" que fundaron o reformaron órdenes religiosas preexistentes -"ignaciana", "teresiana"-). Algunas monarquías directamente deben su fundación su envasallamiento con el papado, que les libera de su vasallaje con el emperador o con el rey al que anteriormente estaban vinculados (así ocurrió con Portugal). La intitulación de las monarquías tuvo una importante función simbólica (Cristianísmo -Francia, la fille ainée "hija mayor" de la Iglesia-, Católico -España-, Fidelísimo -Portugal-, Defensor Fidei "defensor de la fe" -Inglaterra-).

Monarquía absoluta... Véase Absolutismo, Antiguo Régimen...

Monarquía limitadas lo son tanto la monarquía parlamentaria como la monarquía constitucional. La francesa del periodo de Luis Felipe (entre 1830 y 1848) y la belga (desde 1830) suele denominarse "monarquía popular" (el título es "Rey de los franceses" o "de los belgas" y no "de Francia" o "de Bélgica"). La forma había tenido algunos precedentes: el del breve periodo constitucional de Luis XVI  y el título imperial de Napoleón ("Emperador de los franceses"), además de alguno más remoto.

En la práctica, desde la segunda mitad del siglo XX (a partir de la Segunda Guerra Mundial) son indistinguibles la constitucional y la parlamentaria entre sí y con el concepto de monarquía democrática, oxímoron que se cumple en las monarquías europeas (Reino Unido, países escandinavos y Benelux, más España desde 1978) y en Japón (algunas monarquías islámicas y asiáticas se han procurado "democratizar", en distinto grado). No obstante, sigue manteniéndose la diferenciación terminológica: Las actuales monarquías europeas, entre ellas la española, no son como las existentes antes de la Segunda Guerra Mundial y, sobre todo, antes de la primera: hoy son monarquías parlamentarias, entonces eran monarquías constitucionales. La distinción es sustancial. En las constitucionales el rey tenía poderes legislativos, ejecutivos, judiciales e incluso constituyentes. En las parlamentarias, no tiene poderes (Francesc de Carreras, citado en Durán y otros: La forma de gobierno: Monarquía parlamentaria, donde también se aclara: En rigor, por ‘monarquía constitucional’ se conoce la forma del primer Estado constitucional, surgido tras las grandes revoluciones burguesas y en el que aún no podía hablarse estrictamente de Estado democrático. Entonces, la soberanía se residenciaba en un ente abstracto, la nación (se hablaba, por tanto, de soberanía nacional), y las funciones en que se expresa propiamente el poder político eran desempeñadas por el Rey (el poder ejecutivo, principal, aunque no únicamente, a través de sus ministros) y por el Parlamento (de composición aún no democrática, pues el sufragio se encontraba restringido por razones censitarias y capacitarias, a quien correspondía el poder legislativo).

Kim Il-sung y Kim Jon-il

La prolongación en el ejercicio del poder en las dictaduras comunistas, donde se establece el llamado "culto a la personalidad", llevó a la formación de "dinastías comunistas", de la que la que el caso más acabado es Corea del Norte.

https://es.wikipedia.org/wiki/Monarqu%C3%ADa
http://es.wikipedia.org/wiki/Fundaci%C3%B3n_nacional

Ramón Pérez-Maura, La monarquía, cinco razones por las que es un sistema mejor - Frente a los argumentos simplistas que presentan la república como un sistema más evolucionado que la monarquía, la Corona representa un sistema más moderno y más justo

Véase también Reino, Valido, Magistrado, Dictadura, Hombre, Princeps, Imperio, República, Título, Nobleza, Comunismo
http://es.wikipedia.org/wiki/Dinast%C3%ADa

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